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noviembre 6 de 2018
Líderes de la industria y gobierno inauguran en Cartagena de Indias el 59º Congreso Latinoamericano del Acero

Cartagena, 6 de noviembre de 2018. Cerca de 400 líderes y representantes de la cadena global de valor estarán discutiendo hasta mañana 7 de noviembre, entre otros temas, la sostenibilidad y competitividad del sector, las nuevas realidades en el comercio global y regional y otros grandes desafíos enfrentados por la industria del acero.

Con perspectivas de cerrar el año 2018 creciendo un poco por encima de lo registrado en 2017 en la producción de acero crudo en América Latina, comienza hoy en Cartagena de Indias la 59.ª edición del Congreso Latinoamericano del Acero, Alacero.

Para el Presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, en el sector del acero el reto de todos los países hacia adelante es inmenso. Los temas que nos van a convocar durante Alacero tienen relación con el futuro del sector, la guerra comercial, los temas de desviación y la forma como vamos a enfrentar la situación que se está presentando.

Según Jefferson de Paula, el Presidente de Alacero, América Latina camina a un segundo año de recuperación, a pesar del escenario de incertidumbres que dominó especialmente en países de la región como Argentina, Brasil y México durante el primer semestre. “Estas circunstancias, acompañadas de la volatilidad de los mercados financieros, variaciones cambiarias y de un proteccionismo global creciente, indujeron a una actividad económica más lenta en la región”, afirmó De Paula.

Para el próximo año, la expectativa de Alacero es que el continente continúe en la trayectoria de crecimiento, que depende de la implementación de agendas económicas que fomenten la transformación de la industria en un momento de inicio de nuevos gobiernos en México y Brasil, además de período de elecciones presidenciales en Argentina. Las perspectivas son de crecimiento por encima del 2% en la región, principalmente en función de posibles recuperaciones económicas más consistentes en Brasil, México y Colombia. “Aunque positivos, los datos económicos de América Latina siguen siendo muy tímidos cuando son comparados con el potencial de la región”, destacó De Paula.

A pesar del escenario extremadamente desafiante con la expansión de las medidas proteccionistas por todo el mundo y de las incertidumbres en los escenarios políticos y económicos de diversos países de la región, la producción de acero bruto en América Latina debe alcanzar los 66,3 millones de toneladas, un incremento de 3,2% con respecto al año pasado. En lo que se refiere a la demanda de acero laminado, el continente debe contabilizar un crecimiento del 1,3% ante 2017, llegando a 68,5 millones de toneladas. La producción de laminados debe alcanzar la marca de 52,8 millones de toneladas, un aumento del 3,2% con respecto al año pasado.

Otros desafíos de la industria según el presidente de Alacero, son que este es uno de los pilares del desarrollo económico y social de América Latina y, aunque la región venga en una trayectoria al alza, los niveles actuales de consumo per cápita de acero en la región continúan muy por debajo del promedio mundial. Para el próximo año, la expectativa es de un aumento de poco más de dos millones de toneladas en el consumo aparente de acero en la región.

Para enfrentar el escenario de grandes desafíos y elevar las tasas de crecimiento en la producción y el consumo de acero, Alacero destaca la importancia de las medidas de defensa comercial. “Estas acciones son fundamentales para restablecer la competitividad de nuestro mercado regional”, resaltó De Paula.

Para el presidente de Alacero, a pesar de una recuperación moderada iniciada el año pasado y mantenida en 2018, es de extrema importancia combatir las distorsiones de mercado provocadas especialmente por China. “La industria global y regional sigue siendo muy afectada por el exceso de capacidad instalada en el mundo y China es el país que más contribuye a ese desequilibrio. La industria siderúrgica china sigue siendo una economía de no mercado, beneficiada por subsidios y afectando las condiciones de competitividad en el mercado global”, agregó.

En este contexto las empresas siderúrgicas de América Latina se enfrentan a un non fair play al competir contra empresas chinas y sus gobiernos, que inundan el continente con acero que en ocasiones ingresa en situación de dumping. Colombia es uno de los países más afectados por las importaciones chinas. El año pasado las importaciones representaron el 17% del consumo y en el período entre enero y marzo de 2018, el 13%.

En el resto de los principales países de la región también ha disminuido la participación de las importaciones chinas en el consumo. La excepción fue Brasil en la que la participación pasó del 4,5% en 2017 al 5,5% entre enero y marzo de 2018.

“Más que nunca, estamos comprometidos con acciones que amplíen nuestra competitividad. En lo que se refiere a Alacero, nos mantendremos firmes en el propósito de combatir el comercio desleal, principalmente de productos chinos. Cuarenta y cuatro de las 66 acciones antidumping o de salvaguardias relacionadas con el acero en América Latina son contra China”, añadió De Paula, quien también destacó otros frentes de batalla de la entidad, como los esfuerzos conjuntos de Alacero y de las asociaciones nacionales con sus respectivos gobiernos para también estimular el flujo de negocios entre los países del continente y aprovechar el momento de recuperación económica para resolver problemas históricos y comunes entre los países de la región, principalmente en lo que se refiere a la infraestructura.

Tecnología e innovación
Otra cuestión de relevancia del Congreso es reafirmar la importancia para la industria de acero de conocer nuevas tecnologías y modelos de negocios. “Sabemos que necesitamos ser cada vez más innovadores, para no quedarnos al margen de una nueva revolución industrial que se dibuja a escala global. Tenemos empresas insertadas en la llamada industria 4.0, pero todavía tenemos mucho por avanzar. Debemos, entre otras medidas, estimular avances en toda la cadena”, enfatizó Jefferson de Paula.

Si hay riesgos en la automatización, como la entrada de nuevos materiales que compiten con el acero, hay también grandes oportunidades. Posibilidades concretas de reducción de desperdicios, de ganancias con procesos de trazabilidad, customización, confianza, eficiencia y transparencia.

Gracias a la incorporación de conceptos de la industria 4.0, ya hay ejemplos cada vez más numerosos de importantes ganancias en gestión de proveedores y estoques, mantenimiento y logística.

“La innovación es la consigna para que podamos insertarnos de manera sostenible en este nuevo mundo. Creemos firmemente en nuestra capacidad de adaptación a las nuevas exigencias del mercado global y, también, en la importancia de nuestro papel como agentes de cambio que contribuyan al crecimiento de las sociedades en las que estamos insertos” complementó De Paula.

Temas en debate
Entre los temas que se están debatiendo en el congreso de Alacero 2018, están los avances necesarios para la sostenibilidad y competitividad de la industria siderúrgica, las nuevas políticas del comercio global, las perspectivas para el consumo de acero y el mercado de América Latina. 

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