Bogotá, abril 18 de 2024. El Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad - CNAB de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI, precisa que es necesario, ante la situación actual de los embalses, tomar acciones de adaptación más expeditas y colectivas frente la crisis del agua.

Para esto se requieren adelantar varias medidas que podrían ser tomadas para tal fin:

• Una fuerte estrategia de prevención tanto a escenarios de sequía e inundaciones en la ciudad-región.
• Fortalecer el Sistema Tibitoc aumentando su capacidad, para optimizar y mejorar su operación. Al mismo tiempo, se debe hacer un gran esfuerzo para fortalecer los procesos de planificación y ordenamiento de la sabana, incluyendo una apuesta más ambiciosa de restauración de la cuenca del río Bogotá. Estudios de WRI en el año 2023, revelan que el costo inicial de restauración de estos ecosistemas es de 5,3 millones de dólares, que podrían generar 44.6 millones de dólares de ahorro en costos de tratamiento de agua solo para la empresa de Acueducto de Bogotá en los próximos 30 años. De esta manera, las soluciones basadas en la naturaleza se convierten en la mejor respuesta costo - efectiva para atender la emergencia con una visión de adaptación al cambio climático.
• La infraestructura en la ciudad-región se debe preparar, promoviendo una mayor cosecha de agua, implementando mejores sistemas de manejo de agua lluvia y promoción de prácticas de economía circular, que implican reúso y recirculación de agua.
• Los humedales también son fundamentales, se debe recuperar estos ecosistemas claves que son esponjas y que se convierten en los principales reguladores del agua en las ciudades.

Para el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad, los embalses siguen en estado crítico, y esto implica un trabajo colectivo como ciudadanos en torno al agua. Cifras históricas del sistema Chingaza revelan que hoy se encuentra en el estado más crítico desde 1985, tiempo en el que empezó a operar este sistema; esto, debido a un conjunto de situaciones entre ellas, los fenómenos de variabilidad climática que se han venido exacerbando con el cambio climático en la ciudad-región, y a los procesos de deforestación que se han venido dando en la amazonia que afectan el ciclo del agua del cual depende este sistema.

Es importante además ver que, si bien hoy preocupa la escasez hídrica producto del Fenómeno de El Niño, se estará muy pronto en escenarios de fuertes lluvias con el Fenómeno de La Niña, por lo cual además de la prevención y ahorro, la acción más importante en este momento y que requiere el esfuerzo de todos, son las medidas adaptación.

Este Centro de pensamiento del agua, precisa que, ante esta realidad, estos fenómenos de variabilidad climática serán más frecuentes y con mayor intensidad en el país, lo cual implica la necesidad de que las autoridades, las empresas y los ciudadanos impulsen nuevas estrategias y medidas de adaptación al cambio climático y se genere una nueva cultura en torno al ahorro y uso eficiente del agua.

Por su parte, el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la mano con la Seccional Bogotá, Cundinamarca y Bogotá de la ANDI viene avanzando desde el año 2022 junto a COSUDE y el CTA, en la implementación del Programa “El Agua nos Une” que promueve una gestión corporativa del agua integrando 39 empresas en ocho departamentos del país incluyendo la Sabana de Bogotá, implementando medición de su huella de agua, acciones en cadena de valor e inversión en protección de cuencas.

Así mismo, desde el 2022, lidera el acuerdo “Biodiversidad y Desarrollo por la sabana de Bogotá y áreas conexas”, que busca movilizar al sector empresarial en acciones e inversiones en seguridad hídrica y conectividad urbano-rural de la sabana, y del cual hacen parte Parques Nacionales Naturales de Colombia, la Car Cundinamarca, la SDA, IDEAM, red de reservas Tasqua, Fondo Agua Somos, y empresas interesadas. Con resultados en restauración en reservas naturales de la sociedad civil en el corredor Chingaza, Guerrero y Sumapaz, portafolio de soluciones basadas en naturaleza en el Humedal Gualí, y gestión de conocimiento y manejo del Tigrillo Lanudo.

Además, el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad es un aliado estratégico de la apuesta de ordenamiento alrededor del agua y adaptación al cambio climático en el corredor Chingaza-Sumapaz-Guerrero-Guacheneque, que busca reducir en un 20% la vulnerabilidad climática de recurso hídrico regulado por los ecosistemas de montaña, que coordina Conservation Internacional Colombia (CI) junto con el gobierno nacional, autoridades regionales y locales, y otros actores estratégicos de la ciudad-región.

Por su parte, empresas ANDI han venido jugando un rol clave en la gestión del agua, a través de sus programas de economía circular en la que se reúsan y recircula el agua que utilizamos diariamente; invierten en tecnologías que permiten hacer un uso eficiente de este recurso; lideran programas que fomentan el ahorro y el cuidado del agua, tanto en las empresas como en la casa de sus trabajadores; e implementan estrategias para cuidar, proteger y mejorar los ecosistemas que contribuyen a generar buenas condiciones en ríos y humedales.

Ante esta nueva realidad climática en nuestro país, el Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la ANDI pone todo su concurso para tomar acciones y movilizar medidas que nos permitan actuar colectivamente.