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noviembre 28 de 2019
La calidad, razón de ser del producto cerámico de Colombia

Al interior del Comité del Sector Cerámico de la ANDI se promovió la incorporación de la palabra “calidad” en la etiqueta del producto.

Olga Lucía Mejía Lorduy, Directora del Comité Cerámico

La industria cerámica de Colombia comenzó hace 138 años con la creación de la Compañía Cerámica Antioqueña, dedicada a la producción de loza y vidrio, que dio origen a lo que hoy es la Organización Corona. Posteriormente se fue consolidando un sector industrial cerámico con empresas como Alfa, creada en 1955; Eurocerámica, fundada en 1988; y Cerámica San Lorenzo, cuya operación inició en 2012.

Este sector industrial nace del proceso de la transformación de las arcillas y del arraigo del pueblo colombiano al campo y a la tierra. Partiendo de la extracción minera de las arcillas y del cuidado de los recursos naturales, y pasando por un proceso productivo de transformación e innovación, la cerámica está presente en todos los espacios que ocupamos los seres humanos.

Es por ello que la presencia de la cerámica en todos los ámbitos en que se desarrollan las personas hace que esta industria nacional esté siempre a la vanguardia de los cambios tecnológicos, buscando brindar a los consumidores colombianos los productos que quieren y que necesitan, y teniendo siempre como prioridad el factor calidad. Se trata de una máxima a cumplir, tanto con el producto terminado, como en todo el proceso productivo y de extracción de la materia prima.

El cuidado especial del recurso humano, de los recursos naturales y de cada detalle en el proceso de producción y de entrega del producto terminado al consumidor final hace de esta industria un sector que genera valor agregado al país, a las comunidades donde se desarrolla, y a las personas y familias vinculadas a la producción.

La industria cerámica nacional quiere que la calidad sea un factor diferenciador reconocido por el consumidor, para que este sea consciente de que detrás de cada producto de cerámica colombiano hay un compromiso de calidad, que comienza con un riguroso proceso de extracción de las materias y termina con la entrega del producto al consumidor final.

Este reconocimiento de calidad solo es evidente a los ojos de quienes conocen el proceso cerámico, pero no para el consumidor. Es por ello que la industria cerámica de Colombia, a través del Comité del Sector Cerámico de la ANDI, ha venido promoviendo varias acciones tendientes a posicionar este importante sector y a que los consumidores reconozcan las bondades de la industria cerámica nacional, así como su calidad y su responsabilidad con el usuario final.

Calidad en los procesos mineros

La producción de cerámica parte de su componente minero, la exploración y explotación de arcilla. Las empresas del sector cumplen de manera rigurosa con toda la normatividad ambiental y minera para su explotación, siempre enmarcada dentro del respeto al medio ambiente, a la salud y bienestar de las comunidades aledañas y al cuidado de los recursos naturales y yacimientos.

El compromiso de calidad inicia con la exploración y explotación de la minería de arcillas de las empresas del sector cerámico. Dicha explotación apenas constituye un 0,00001% de todo el territorio nacional, siendo una pequeña minería de bajo impacto, donde no se emplean químicos ni agua. Por el contrario, las empresas buscan siempre la conservación y protección de las fuentes hídricas, con iniciativas como la constitución y el apoyo de las reservas de la sociedad civil, las inversiones en programas como Banco2 y apadrinamiento de humedales, e iniciativas propias de cada empresa para la restauración y recuperación de los terrenos que han sido intervenidos en el proceso minero.

En muchas ocasiones, estas intervenciones positivas van acompañadas con la capacitación de las comunidades en el manejo y conservación del medio ambiente, y en temas como disposición de aguas domésticas, reciclaje y conocimiento ambiental de las especies de flora y fauna de la región, entre otras.

Calidad en procesos industriales

La garantía de calidad en los procesos industriales para la producción de cerámica no solo se evidencia en el cumplimiento de las normas de calidad de los productos (normas técnicas colombianas y normas internacionales en calidad), y del marco legal y ambiental en las plantas de producción que obliga la normatividad colombiana, con estándares en ocasiones más exigentes que la legislación internacional. Esta también se evidencia en el cuidado del recurso humano y de sus familias, que se traduce en empleos de calidad, en capacitaciones en competencias para el mejor desempeño de sus funciones, en el cuidado en la salud y en el trabajo, y en todos los aspectos integrales de la persona.

Calidad en los productos ofrecidos al consumidor

Este esfuerzo y excelencia en todo el proceso minero e industrial debe redundar en beneficios de los atributos de calidad del producto cerámico que se ofrece al consumidor. Es por ello que, dentro de ese marco de acciones tendientes al reconocimiento de los atributos propios del producto cerámico de Colombia, se modificó y actualizó, junto con la Dirección de Regulación del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el Reglamento de Etiquetado de Baldosas Cerámicas, que entró a regir a partir del 11 de agosto del año en curso mediante la Resolución 220 del 11 de febrero de 2019.

Uno de los objetivos principales del reglamento es la protección al consumidor, para que ese rigor de la industria nacional en todos sus procesos se traduzca en acciones que permitan a los entes de control velar por el cumplimiento de las normas de calidad, y en que la información suministrada al consumidor permita, con toda claridad, adquirir el producto que está siendo ofrecido para su venta.

Este reglamento y la debida capacitación que hagamos del consumidor contribuirá a disminuir las prácticas que puedan inducir al error a los consumidores, al consumo de productos de baja calidad y a desestimular el contrabando de bienes foráneos sin garantía de calidad.

Al momento de la compra de un producto cerámico son muchos los atributos que deben ser observados por el consumidor, no solamente en función de precio, sino también del uso mismo del producto que se adquiere. Tener en cuenta estos factores diferenciadores presentes en la etiqueta del producto permitirá definir si se trata de un producto para piso o pared, y el grado de absorción de humedad, entre otros aspectos que determinan su valor, su uso y los elementos necesarios para su instalación.

Como una de las fortalezas del sector cerámico de Colombia es la calidad de los productos ofrecidos, al interior del Comité del Sector Cerámico de la ANDI se promovió la incorporación de la palabra “calidad” en la etiqueta del producto, que hace referencia al cumplimiento de todos los requisitos de la norma técnica colombiana y que identifica el producto cerámico apto para su uso. Así mismo, se identificarán con “calidad primera” aquellos productos que cumplen con la totalidad de los requisitos de la NTC 919 (norma técnica colombiana).

Es así como en la etiqueta del producto debe especificarse con claridad el tipo de calidad que se está vendiendo, y solamente podrán llamarse y etiquetarse como calidad primera, los productos que cumplan con la totalidad de los requisitos de la NTC 919. Hoy, en el mercado, se encuentran definiciones comerciales como “calidad extra”, “calidad premium” o cualquier denominación que se quiera colocar, pero el producto no corresponde a “calidad primera”. Cabe anotar que los productos así etiquetados tienen todo el rigor de la protección legal al consumidor en términos de garantía del producto.

La próxima vez que consideremos la construcción, remodelación y decoración de nuestros espacios, pensemos que detrás de un producto hay una industria nacional que se construye en el día a día con el esfuerzo de todos, que vela por la calidad en todos sus procesos y que contribuye al empleo y bienestar de los colombianos, generando a su vez valor agregado a lo largo de toda la cadena productiva, desde su proceso minero e industrial, hasta llegar a las manos de usted como consumidor final.