A lo largo de sus 75 años de existencia, la ANDI ha sido escenario de decisiones y discusiones de gran valor para el país. Además de promover políticas productivas, decisiones sobre el entorno laboral y buscar que se profundice en los procesos de industrialización, entre otros, ha sido un escenario para la construcción de tejido empresarial.

La ANDI ha logrado conformar una red de empresas de distintos sectores industriales y de servicios que comparten necesidades, retos y objetivos comunes, en procura de la competitividad, el crecimiento y la estabilidad. Esto ha significado un importante apoyo para las organizaciones privadas, entre ellas Corona, interesadas en promover el desarrollo de encadenamientos productivos más sólidos y dinámicos, la adopción de buenas prácticas, la innovación en productos y modelos de negocio, la sostenibilidad ambiental, la inclusión social, la formalización laboral y la inserción en nuevos mercados.

Más allá de la labor de representatividad gremial y de su actuar como canal de interlocución con distintas instancias del Gobierno en torno a temas concretos de impacto para la industria, las distintas cámaras de la ANDI han permitido articular a diversos actores de todos los sectores para que participen activamente en discusiones sobre el rumbo económico del país y la conveniencia o no de las distintas políticas públicas, y su impacto macroeconómico y en el crecimiento económico de los diferentes actores.

Las empresas productoras de cerámica hemos logrado un avance significativo en el posicionamiento de nuestro sector y de los temas de impacto para el mismo a través del Comité del Sector Cerámico, que fue creado el 1.º de julio de 2016. Su labor principal ha estado orientada a generar condiciones que propicien el crecimiento y la estabilidad de sus operaciones, favoreciendo la generación de empleos directos e indirectos, el crecimiento y la entrega de significativos aportes al país.